Tarea de la segunda clase teórico práctica
Una mirada desde la Historia de la Ciencia. 1. Elabore una
Línea de Tiempo indicando los principales postulados de
las teorías de cambio biológico propuestas por Buffon, Lamark, Cuvier, Darwin,
Mayr y Gould. 2. Asumiendo
que usted es especialista en historia del pensamiento evolutivo y ha recibido
una invitación para escribir sobre las propuestas evolutivas de Charles Darwin
en una revista de divulgación científica, el equipo editorial de la misma le
solicitó redactar una columna a propósito de la conmemoración del “Aniversario de Darwin”
con las siguientes características: 2.a.) Extensión máxima: 40 renglones 2.b.) En su escrito debe exponer el
surgimiento de las principales ideas de Charles Darwin, enmarcadas en el
contexto histórico de producción. Para ello, debe incluir en su narración los
siguientes núcleos conceptuales (subráyelos en el texto), en el orden que
considere apropiado: población – azar – cambio – variabilidad – viaje en el
Beagle – selección natural – Malthus – realismo – Mendel –especies –
herencia – evolución – fijismo – dogma cristiano – reproducción
diferencial 3. Analice
el caso puntual de Lamarck y Cuvier que se presenta a continuación y discuta
qué relación existe entre las reconstrucciones históricas y la “historia
real” (si no recuerda estos conceptos, relea el Bloque 1). ¿Qué relación tiene esto con el quehacer del biólogo
evolutivo? La teoría de Lamarck generó
numerosas discusiones entre los naturalistas de la época, quienes en su mayoría
se resistían a considerar explicaciones que resultaran contradictorias con el relato
bíblico. Al frente de las discusiones, en defensa de la postura creacionista,
se encontraba Cuvier, quien gozaba entonces de gran prestigio científico y
mantenía fuertes vinculaciones con el poder político y religioso de Francia. Al
mismo tiempo, los aspectos más vulnerables de la propuesta de Lamarck, tales
como la invocación del “sentimiento interior”, constituyeron el blanco de
numerosas críticas. En este contexto, la fuerte controversia planteada entre
los argumentos de Lamarck y la postura fijista de la escuela de Cuvier concluyó
en un estancamiento de las ideas transformistas. Lamarck fue silenciado y
marginado como científico. Actualmente podemos reconocer en
su obra una pieza fundamental del pensamiento evolutivo y una muestra de la
audacia intelectual y de la creatividad científica de un gran pensador
solitario. (…) Después del eclipse de las ideas
de Lamarck, se produjo un largo letargo del pensamiento evolucionista. Recién
cincuenta años después, el naturalista inglés Charles Darwin expuso, en su
libro “El origen de las especies por medio de la selección natural” (1859), una
teoría convincente que explicaba cómo se había producido el cambio de los seres
vivos a lo largo del tiempo. La otra cara de la historia Algunos historiadores de la ciencia,
particularmente en Francia, ponen en duda los términos en los que se narra la
historia de conflictos entre Lamarck y Cuvier. Por un lado, se destaca la
necesidad de identificar con precisión las ideas sobre las cuales ambos
naturalistas estaban en desacuerdo, por otro lado, se analiza si efectivamente
la posición privilegiada de Cuvier en relación con el poder político y
religioso de la época es un factor relevante para comprender el eclipse de las
ideas de Lamarck. Con respecto a las ideas, Lamarck observaba
que muchas especies fósiles eran semejantes (“análogas”) a especies vivientes
conocidas. Por el contrario, en el caso de los vertebrados fósiles en los que
se especializaba Cuvier, era raro encontrar especies semejantes a las que viven
en la actualidad. Lamarck llegó a la conclusión de que no pudieron producirse
catástrofes destructoras de toda la vida en la Tierra ya que numerosas especies
de invertebrados tenían continuidad en el registro fósil; de modo que la
universalidad de las catástrofes proclamadas por Cuvier, entonces, no tenía
validez. Por lo tanto, Lamarck inició una discusión abierta contra la doctrina
catastrofista de Cuvier, quien entonces desplegó su argumento defensivo. Es
indudable que sus ideas catastrofistas confortaban a los partidarios de la
Biblia, sobre todo de Inglaterra. Pese a ello, entre 1820 y 1830, muchos
científicos eminentes abandonaron la creencia en las catástrofes naturales y
comenzaron a inclinarse hacia la idea de una continuidad en los procesos que
ocurren en la naturaleza. En este sentido, Lamarck se impuso a Cuvier en su
posición anticatastrofista, es decir, una visión histórica que supone la
continuidad de la vida a lo largo del tiempo. Según algunos autores, Cuvier
nunca se enfrentó directamente con Lamarck, aunque sí debatió en contra de las
ideas de transformación de las especies. Al mismo tiempo, sugieren que no hay
indicios confiables que permitan afirmar que Cuvier haya utilizado sus altas
funciones para silenciar a Lamarck. En la interpretación de estos autores, la
versión más difundida de la historia de esta controversia parece haberse
plasmado a fines del siglo XIX, cuando naturalistas e historiadores franceses
se propusieron resaltar la figura de Lamarck enfatizando su condición de
pensador desconocido y perseguido. Cabe ahora preguntarse, cuáles podrían ser
las motivaciones de esta iniciativa. Como veremos más adelante, la
argumentación brillante de Darwin, fundada en una gran cantidad de hechos,
superó la propuesta de Lamarck. El Museo de Historia Natural de París sufrió un
duro golpe a su orgullo. Una estatua de Lamarck, erigida en 1908, que se
encuentra en el actual Jardín de Plantas de París ilustra bien esta historia:
un bajorrelieve en bronce muestra a la hija de Lamarck consolando a su padre
viejo y ciego con estas palabras: “La posteridad te admirará, ella te vengará,
padre”. Más arriba se lee, “Lamarck, fundador de la doctrina de la evolución”.
De esta manera, la sociedad científica francesa habría reivindicado su
prioridad sobre las ideas evolutivas, dando a Lamarck la figura del genio
silenciado. ¿Cómo debe entonces leerse este
tramo de la historia? Por cierto, no hay una única lectura. Distintos
historiadores o corrientes historiográficas recuperan y enfatizan distintos
aspectos. Así como los modelos de la ciencia son construcciones sociales,
profundamente influidos por la cultura en la que son gestados, la historia de
la ciencia también refleja los sesgos y las complejidades de la mirada de los
historiadores y de sus respectivos contextos sociales y culturales. Extraído
de: Massarini, A. & A. Schnek. 2006. Evolución: historia de la vida. Libro
en 10 módulos. Ed. CePA..