CONTROL DE CALIDAD


El control de calidad del hormigón abarca el control de la aptitud de sus componentes, los equipos empleados, las proporciones de la mezcla, características en estado fresco y propiedades del hormigón endurecido. 

El objetivo de implementar un control de calidad es doble: técnico y económico. Desde el punto de vista técnico, permite reducir la variación de resultados y tener mayor certeza sobre el producto final. Esto permite trabajar con menores márgenes de error, siempre del lado de la seguridad, haciendo economía en materiales, reduciendo las demoras y las tareas de reparación, con una consiguiente y sensible ventaja económica. 

Lógicamente, la implementación de un control de calidad depende de la magnitud e importancia de la obra. En las obras muy pequeñas y sometidas a escasas exigencias no se justifica un control excesivo, en tanto que en las obras de cierta significación el control de calidad es imprescindible y conveniente. 

Es importante cómo diseñar un control de calidad. Para ello, se deben detectar todos los elementos que pueden provocar variaciones, identificar aquellos que son modificables a voluntad y determinar los márgenes de variación admisibles para los mismos. Sobre aquellos parámetros que no son controlables (por ejemplo, el clima) se debe establecer un criterio estricto. Todos sabemos que no se puede hormigonar con lluvia, que no se debe hormigonar si la temperatura es muy baja y hay riesgo de congelamiento del hormigón fresco, cuando la temperatura ambiente es excesiva, etc a menos que se adopten medidas especiales. 


Ejercicio 1 - Resistencia Característica

Ejercicio 2 - Verificación de la Calidad - Modo 1

Ejercicio 3 - Verificación de la Calidad - Modo 2

Ejercicio 4 - Areas bajo la curva normal